El modelo GT, que sólo le agrega las partes negras de plástico a la Aztek original. |
Pontiac, al ver cómo la mayoría de los usuarios de SUVs nunca llevaban sus vehículos fuera del asfalto, quiso darle a ésta gente propiedades en una SUV que realmente fueran usadas. Se lo apuntó a compradores jóvenes (aunque luego veremos que se lo vendió muy caro para ese target) y se lo promocionó como "Posiblemente el auto más versátil del planeta". El resultado: un fracaso inminente y bastante predecible.
El motor está en el frente, la tracción puede ir al frente o a las cuatro ruedas desde un motor V6 de 3.4 lt. que produce 185 BHP (poco para un vehículo que pesa más de 1.800 kg). Va de 0 a 100 en 9.4 seg, y la velocidad máxima es de 173 km/h. Es limitada electrónicamente, por lo que la velocidad real es más alta (aunque no creo que mucho más alta). Y justo cuando no podían empeorar todo, le pusieron una caja automática que rebaja cuanto se trata de subir una pendiente apenas empinada.
La revista Time nombró a la Aztek uno de los peores autos de todos los tiempos y una de las peores invenciones de la historia. Una encuesta en el Daily Telegraph la nombró en auto mas feo de todos los tiempos. Y la lista continúa. Es que el estilo causa tal repulsión que fue lo más criticado del auto. Según un tipo que trabaja en Pontiac, "el auto toma riesgos y no tiene que agradarle a todos", ya que así de malos son los Pontiac. Y tiene razón ese hombre, quienquiera que sea. El auto no toma riesgos, ya es un riesgo en sí mismo y no le agrada a todos. En realidad no le agrada a nadie, salvo algún que otro idiota al que le paguen. Hay tantas cosas mal con este auto que es difícil hasta empezar a describirlo. Las ruedas son muy pequeñas, las partes negras de plástico (sólo en el GT) lo hacen parecer un Off Road (el más feo del mundo), las líneas cuadradas de los laterales me hacen vomitar y me detengo ahora porque sino sigo hasta mañana.
Dentro del coche no mejora en absoluto. En adición a la pobre calidad a la que los autos americanos nos tienen acostumbrados (que en este auto se ve aumentada), la Aztek tiene muchos materiales diferentes, pero todos son una porquería. Una palanca de cambios fea y justo al lado del posa vasos, así puedes volcar tu copa cuando pones reversa y los botones más feos que vi en mi vida (se pensaron para que el usuario pueda presionarlos vistiendo guantes, pero terminaron siendo botones enormes de caricatura). Para terminar, algún subdesarrollado le puso una agarradera junto a la consola central, sin uso aparente en este planeta.
Al manejarlo no parece una SUV, ya que el centro de gravedad está mucho mas bajo que en los vehículos de este segmento. Por esto, es bastante similar a un sedán de gran tamaño. No es tan difícil de manejar a pesar del leve subviraje; pero el gran peso y la caja automática lo hacen vago, lento y aburrido.
Se vendió el Aztek a U$D 24.000 el modelo base, un precio por demás elevado para el target de ventas que Pontiac buscaba, los llamados jóvenes de la "Generación X". En el primer año, General Motors (GM) predijo ventas de hasta 75.000 unidades, y necesitaba producir 30.000 solamente para cubrir gastos. En aquel 2001, se vendieron 27.000 unidades, con más de la mitad vendidas a ejecutivos de la misma GM y usadas en las flotas de la companía. Y desde 2003 las ventas comenzaron a bajar terriblemente, hasta vender 69 en el 2007, año que la Aztek fue retirada del mercado (aunque se cuenta en las calles que todavía quedan algunas en los concesionarios). Es decir, a nadie le gustaba el Aztek y nadie lo compró, claro ejemplo de los errores de GM que llevaron a la extinción de Pontiac.
La Aztek no sólo era fea, no sólo era terriblemente lenta y sosa, sino que tiene una distinción única: mató a una automotriz de 84 años.
Al manejarlo no parece una SUV, ya que el centro de gravedad está mucho mas bajo que en los vehículos de este segmento. Por esto, es bastante similar a un sedán de gran tamaño. No es tan difícil de manejar a pesar del leve subviraje; pero el gran peso y la caja automática lo hacen vago, lento y aburrido.
Se vendió el Aztek a U$D 24.000 el modelo base, un precio por demás elevado para el target de ventas que Pontiac buscaba, los llamados jóvenes de la "Generación X". En el primer año, General Motors (GM) predijo ventas de hasta 75.000 unidades, y necesitaba producir 30.000 solamente para cubrir gastos. En aquel 2001, se vendieron 27.000 unidades, con más de la mitad vendidas a ejecutivos de la misma GM y usadas en las flotas de la companía. Y desde 2003 las ventas comenzaron a bajar terriblemente, hasta vender 69 en el 2007, año que la Aztek fue retirada del mercado (aunque se cuenta en las calles que todavía quedan algunas en los concesionarios). Es decir, a nadie le gustaba el Aztek y nadie lo compró, claro ejemplo de los errores de GM que llevaron a la extinción de Pontiac.
La Aztek no sólo era fea, no sólo era terriblemente lenta y sosa, sino que tiene una distinción única: mató a una automotriz de 84 años.
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