Antes que nada, por favor no se haga el sabelotodo diciendo cosas como "¿Qué hace esto acá? Ni siquiera es un auto". Para su información, mi querido lector ignaro, esto sí es un auto. Uno de los mejores creados por la humanidad. Y sí, quizá parezca que le faltan algunas partes, pero todo contribuye a mantener al auto liviano; tanto como unos ridículos 550 kg.
El motor es un V8 de 3.0 lt que libera 500 BHP, los cuales le permiten al Atom viajar de 0 a 100 en sólo 2.3 segundos y hasta los 275 km/h (con las relaciones de cambios de fábrica, pero hay unas más largas que llevan al Atom hasta los 320 km/h). El motor fue desarrollado a partir de dos impulsores de Suzuki Hayabusa soldados entre sí. Éste tipo de fusión también es utilizada por autos de carrera, ya que sólo pesa 90 kg y emite un considerable número de caballos de fuerza. El Ariel, al ser tan liviano y potente, posee una asombrosa cifra de BHP/Tonelada: 950. Esto significa que, en la práctica, el Atom V8 tiene 250 BHP/Ton más que el Bugatti Veyron SuperSport, el auto más rápido del mundo.
Otra característica importante es que la caja realiza el cambio de velocidad en 0.4 de segundo, por lo que el auto no posee una pérdida de potencia considerable en éste momento.
Quizá se puede discutir si el exterior es lindo o feo. El tema es que tampoco hay mucho por lo que discutir. Sólo hay un frente estilizado como una Fórmula 1, una gran toma de aire detrás de la cabeza del conductor y un alerón. Y es suficiente. Porque el Atom no quiere ser elegante, quiere ser lo más rápido posible. Pero hay una característica que sí debe ser unánime para todos los que observan este auto: lo vas a distinguir en una multitud. Un Atom claramente no es un auto más en una autopista embotellada. Yo creo que lo diferencia las llantas doradas.
No todo funciona igual en la Tierra que en el mundo de Nik Smart, el señor que diseña los Ariel. Digamos que en aquel loco mundo de Mr. Smart, los autos no llevan puertas ni parabrisas. Ni hablar de nimiedades como aire acondicionado, stereo, o ventanillas. Si uno se concentra en las cosas que el auto sí tiene, podemos ver una pequeña pantalla LCD inspirada en las que se encuentran en autos de carreras. Ésta nos permite datos como la velocidad, RPM, medidas de presión y temperatura del motor y archivo de datos, para medir el tiempo de vuelta y así restarle unos segundillos al circuito de Suzuka. También hay un contador que mide el tiempo de 0 a 100 km/h, pero no creo que eso se vaya a usar mucho. En cuanto a los asientos, no son lo más cómodo en el mundo, pero son útiles en períodos cortos de tiempo.
El manejo es de los mejores en el mundo, gracias a la fina combinación de neumáticos lisos, fantásticos cambios y por supuesto, el magnífico motor. Pero cuando uno lo lleva a las calles, se tranquiliza, como un león en Valium.
El precio es de U$D 250.000. Puede parecer mucho (y en cierto punto lo es), pero hay que considerar que un tercio de ese precio es lo que cuestan la transmisión y el motor. Claro, es un auto que sólo se va a manejar en circuitos, a pesar de ser legal para calle. Pero hay que dejar en claro que, por 250.000 dólares, es el mejor auto que el dinero puede comprar. Sus competidores más directos son el Caterham Levante (U$D 40.000 más barato, pero mucho peor) y el Caparo T1, también muy rápido y ágil, pero casi todo el tiempo prendido fuego. Pero todo no termina allí, hay malas noticias: sólo hay 25 Atoms en todo el mundo y ya fueron vendidos todos.
El Ariel Atom V8 es uno de los mejores autos del mundo, y que ciertamente marca un antes y un después con su grandeza. Sólo nos queda felicitar a la manufacturera Inglesa por crear tal bestia.
El motor es un V8 de 3.0 lt que libera 500 BHP, los cuales le permiten al Atom viajar de 0 a 100 en sólo 2.3 segundos y hasta los 275 km/h (con las relaciones de cambios de fábrica, pero hay unas más largas que llevan al Atom hasta los 320 km/h). El motor fue desarrollado a partir de dos impulsores de Suzuki Hayabusa soldados entre sí. Éste tipo de fusión también es utilizada por autos de carrera, ya que sólo pesa 90 kg y emite un considerable número de caballos de fuerza. El Ariel, al ser tan liviano y potente, posee una asombrosa cifra de BHP/Tonelada: 950. Esto significa que, en la práctica, el Atom V8 tiene 250 BHP/Ton más que el Bugatti Veyron SuperSport, el auto más rápido del mundo.
Otra característica importante es que la caja realiza el cambio de velocidad en 0.4 de segundo, por lo que el auto no posee una pérdida de potencia considerable en éste momento.
Quizá se puede discutir si el exterior es lindo o feo. El tema es que tampoco hay mucho por lo que discutir. Sólo hay un frente estilizado como una Fórmula 1, una gran toma de aire detrás de la cabeza del conductor y un alerón. Y es suficiente. Porque el Atom no quiere ser elegante, quiere ser lo más rápido posible. Pero hay una característica que sí debe ser unánime para todos los que observan este auto: lo vas a distinguir en una multitud. Un Atom claramente no es un auto más en una autopista embotellada. Yo creo que lo diferencia las llantas doradas.
No todo funciona igual en la Tierra que en el mundo de Nik Smart, el señor que diseña los Ariel. Digamos que en aquel loco mundo de Mr. Smart, los autos no llevan puertas ni parabrisas. Ni hablar de nimiedades como aire acondicionado, stereo, o ventanillas. Si uno se concentra en las cosas que el auto sí tiene, podemos ver una pequeña pantalla LCD inspirada en las que se encuentran en autos de carreras. Ésta nos permite datos como la velocidad, RPM, medidas de presión y temperatura del motor y archivo de datos, para medir el tiempo de vuelta y así restarle unos segundillos al circuito de Suzuka. También hay un contador que mide el tiempo de 0 a 100 km/h, pero no creo que eso se vaya a usar mucho. En cuanto a los asientos, no son lo más cómodo en el mundo, pero son útiles en períodos cortos de tiempo.
El manejo es de los mejores en el mundo, gracias a la fina combinación de neumáticos lisos, fantásticos cambios y por supuesto, el magnífico motor. Pero cuando uno lo lleva a las calles, se tranquiliza, como un león en Valium.
El precio es de U$D 250.000. Puede parecer mucho (y en cierto punto lo es), pero hay que considerar que un tercio de ese precio es lo que cuestan la transmisión y el motor. Claro, es un auto que sólo se va a manejar en circuitos, a pesar de ser legal para calle. Pero hay que dejar en claro que, por 250.000 dólares, es el mejor auto que el dinero puede comprar. Sus competidores más directos son el Caterham Levante (U$D 40.000 más barato, pero mucho peor) y el Caparo T1, también muy rápido y ágil, pero casi todo el tiempo prendido fuego. Pero todo no termina allí, hay malas noticias: sólo hay 25 Atoms en todo el mundo y ya fueron vendidos todos.
El Ariel Atom V8 es uno de los mejores autos del mundo, y que ciertamente marca un antes y un después con su grandeza. Sólo nos queda felicitar a la manufacturera Inglesa por crear tal bestia.
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