Por primera vez visto en el Salón de Detroit de el año actual (2012), el Dodge Dart es el nuevo sedán compacto de la marca americana. La producción comenzó en Mayo de este año y el Dart, desde fines de Junio ya está a la venta al público.
El Dodge tiene tres opciones de motor, todas muy buenas: un motor 4 en línea 1.4 lt. turbo o uno 2.0 lt. aspirado. El primero genera 160 BHP, igual que el segundo. Pero la verdadera diferencia se encuentra en el torque: el 2.0 produce 148 lb-ft, mientras que el 1.4, 184. La tercer opción de motor se encuentra sólo en el Dodge Dart R/T, tope de gama. Es un 4 en línea igual que los otros, pero este tiene una cilindrada de 2.4 lt. que lo lleva a producir 184 BHP y 171 lb-ft de torque. El mejor en mi opinión sería el turbo, aunque cuando el turbo no esta actuando, el motor 1.4 tiene muy poca fuerza de arrastre (lo que sería el torque), lo que requiere más RPM para arrancar.
Lo que hicieron con el Dart es, básicamente, tomar uno de los autos mejor vendidos en el mercado europeo (Alfa Romeo Giulietta), hacerle un par de cambios (Ok, MUCHOS cambios) e introducirlo en el mercado norteamericano. No hay margen de error.
En cuanto al estilo, aparentemente Dodge le pidió al neanderthal violento que deje a alguien un poco más decente diseñar. Este cambio le sienta bastante bien al Dart: tiene la infaltable parrilla en cruz de Dodge pero lo que esta atrás de ésta es un excelente auto de calle a simple vista. Un hermoso detalle es la luz trasera, bastante innovadora.
El interior se siente como un gran lugar donde estar. Se diferencia mucho de los interiores que las marcas norteamericanas nos tienen acostumbrados: es todo negro con hermosos detalles rojos, una gran pantalla LCD en el centro, una gris, fría bola de metal en la palanca de cambios y botones que no parecen que se van a caer mañana.
También conocido como Fiat Viaggio, el Dart sería un genial aporte al mercado latinoamericano, aunque es una posibilidad remota.
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