miércoles, 12 de septiembre de 2012

Agus sobre: Cadillac CTS-V

El CTS-V se ofrece en tres versiones: coupe (foto), sedán 
y wagon
Al comienzo de este siglo, Cadillac se dio cuenta de que la producción necesitaba actualizarse un poco. A esta nueva era, la marca la denominó "Era del Arte y la Ciencia ". Uno de los autos que representaron este cambio, fue el sobrealimentado CTS-V.
Como el CTS-V siempre fue un CTS de alto rendimiento, GM le dio a este modelo en particular el motor más poderoso que encontraron, y ese fue el V8 6.2 lt sobrealimentado que se puede encontrar en el Corvette ZR1. Éste motor es capaz de producir 556 BHP, 319 km/h de máxima y un tiempo de 0 a 100 de 3.9 segundos.
Pero "Cadi" no sacrificó el lujo y la comodidad que tenía por el desempeño. Al contrario, el CTS-V toma las mejores cualidades de la historia de la marca americana y les suma un motor gigantesco. Así, se termina con un superdeportivo que tiene un interior muy detallado, lleno de tecnología (aunque esta se encuentre un poco oculta). Es importante destacar que, a pesar de haber sido hecho en EE.UU., no parece, ya que todo está unido perfectamente y nada se cae a los 2.000 km de uso. El CTS-V (con el motor grande) puede ser adquirido tanto en la versión coupé (foto) como en sedán de 4 puertas (como sus máximos competidores) y wagon (mi favorita).
Otra crítica que se le puede hacer a los autos estadounidenses es que al ver una curva, se asustan y chocan con el primer árbol que ven. El CTS-V, otra vez, rompe el estereotipo, devorándose cada curva tal como un fino auto de la más dedicada ingeniería alemana. De ahí, que sus máximos competidores considerando tanto el lujo como el desempeño son el BMW M5, el Mercedes E63 AMG y el Jaguar XFR (todos modelos de las más prestigiosas marcas del mundo). 
Una de las características más notables y perceptibles a la vista que la Era del Arte y la Ciencia posee, es el diseño. En pro de favorecer la aerodinamia y el rendimiento del Cadi, la marca aprovechó algunos de los elementos embellecedores del auto y los utilizó como entradas de aire o simplemente para favorecer la fuerza peso hacia abajo. Por ejemplo, los faros antiniebla son tomas de aire, y el alerón integrado (aparte de captar miradas) reduce el despegue del auto a altas velocidades. 
A un precio mínimo de entre U$D 60.000 y 65.000, destruye a sus rivales. Y en comparación, puede que pierda en algunos sentidos, pero en la mayor parte, gana. Es fácil encontrarle puntos a favor, pero casi imposible destacar puntos en contra que sean relevantes.

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