viernes, 8 de febrero de 2013

Agus sobre: Hyundai Tucson

La nueva generación de la Hyundai Tucson fue presentada en 2009 con cambios tanto en el diseño, como en las motorizaciones; apuntando a carrocerías más atractivas y a motores más económicos. Todo esto, desde ya, sumado al confort y calidad heredados de la generación anterior.
La Tucson es propulsada por un motor naftero de 2.0 L y 166 HP (168 CV). Llega a una velocidad máxima de 182 km/h y es capaz de recorrer 11.7 kilómetros con sólo un litro de gasolina. 
Otra motorización es la 2.0 L Diesel, con 184 HP (186 CV), que cumple 15.4 Km/L y acelera de 0 a 100 en 9 segundos. Éste es uno de los motores Diesel más potentes que se ofrecen en cualquier auto del mercado argentino. O que se ofrecían, ya que gracias al impuesto exigido a los coches con motores a gasoil, los precios se elevaron tanto que la marca decidió detener la importación.
La transmisión puede ser manual de cinco velocidades, o automática de seis y se puede elegir entre tracción en las cuatro ruedas, o sólo en las delanteras.
Al ingresar a esta SUV, se percibe un aire de buena calidad y de comodidad. Los mandos de la consola central son fáciles de operar y nada confusos, a diferencia de los de muchas SUV actuales. La combinación de los plásticos negro y plateado es muy elegante, así como también lo son las salidas del aire acondicionado, paneles de puerta y butacas. El tablero electrónico es bastante deportivo, con grandes marcos en el velocímetro y cuentarrevoluciones que saltan a la vista. Al mismo tiempo, estos dos diales son de gran tamaño y fácil lectura. El volante se compone de la misma combinación de plásticos y posee ¡13 botones! para ser operados por el conductor. Y de allí sale la única crítica que tengo sobre el interior: demasiados botones para el piloto. Además de los 13 en el timón, hay unos más en el apoya-brazos que controlan las ventanillas de todo el coche y los espejos retrovisores, entre otros. Yo creo que algunos de esos botones son innecesarios, y que el conductor debería concentrarse más en el camino y menos en el techo solar.
Cabe aclarar que gracias a una excelente combinación de mullidos asientos y muy cómoda suspensión, el viaje arriba de la Tucson se hace totalmente placentero; una buena característica considerando el estado de las calles argentinas. Este factor de comodidad es cada vez más común ver en los más nuevos modelos de Hyundai dedicados a transportar varios pasajeros.   
Esta SUV sigue la corriente de diseño que se encuentra en los últimos Hyundai, como el Veloster, el Genesis y el Sonata. Este estilo se basa en líneas cortantes y llamativas, con un toque de velocidad. La Tucson combina estos factores con la altura característica de una camioneta, lo que la hace parecer un poco rara. Sí, ese estilo se ve bien en los coches antes mencionados, pero eso se debe sólo a que están más cerca del suelo y así, son más aptos para diseños deportivos. Si a mí me preguntan, no soy un gran fanático de esta corriente de estilo de Hyundai, y mucho menos adaptado a la SUV. Hyundai lo promociona como "inconfundible a primera vista". Pero no lleva más de dos segundos pensar que no dicen "este auto es bonito". Michael Jackson antes de morir era inconfundible, pero no era precisamente guapo.  Considero a la Hyundai un tremendo avance a la generación anterior, pero creo que le falta un gran camino para ser llamado un auto "lindo". 
En conclusión, se puede decir que la Tucson es un fantástico auto en lo que respecta a calidad, confort de marcha, seguridad, tecnología, calidad interior y motorización. Pero definitivamente no es el auto que yo compraría si estoy en búsqueda de un auto atractivo. Digamos que hace todo bien, pero no es exactamente el auto en el que iría a buscar a una supermodelo.

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