lunes, 7 de enero de 2013

Agus sobre: Lamborghini Murcielago

Murcielago SV. No, la modelo no viene incluida.
Como todos sabemos, Lamborghini produce los autos más memorables en el mercado mundial. Y uno de los más reconocibles dentro de ese selecto grupo es el Murciélago. Con su diseño conservador para la recurrente demencia de la marca del toro y un V12 cuyo sonido estremece todas las células del cuerpo, este superdeportivo marca el corazón de todos los amantes de los buenos autos.
El Murciélago recibe toda su fuerza bruta de un V12 de 6.5 lt, que se sitúa en la zona medio-trasera del vehículo. Este motor libera 631 BHP, lo que lleva a la bestia de 0 a 100 km/h en sólo 3.3 segundos, camino a los 340 de velocidad máxima. La transmisión es la "e-Gear", secuencial de seis velocidades. Un error de Lamborghini fue optar por cambios al volante con paletas, en cambio de la más típica y entretenida palanca de cambios. 
El diseño es mucho más moderado que el resto de los modelos Lamborghini, los cuales están a un paso de poseer rayos láser. En cambio, el Murciélago carece de esa locura, ese factor X. No tiene una gran toma de aire de cada lado, sólo tiene una y escondida. Sólo tiene un gran caño de escape, en vez de 15. Lo más demente del auto son las puertas de tijera, y hasta éstas son una herencia de los anteriores autos representativos de la marca italiana. Esta combinación de factores causa que el Murciélago sea un auto imponente al admirarlo, pero nada más. No transmite ese hormigueo por la columna y esa sensación de que aquello que se está mirando es más que un auto, es una representación física de la locura máxima. 
El interior difiere totalmente del hermano del Murciélago, el Gallardo. En el segundo, se encuentran miles de botones en la consola central, muy refinada y pensada para el mayor confort posible para los pasajeros. El Murciélago, en cambio, posee un par de botones distribuidos por ahí, una pantalla LCD y una pequeña que muestra los detalles del aire acondicionado. Las salidas del aire son las mismas que las de los Ford de finales de la década del 2000. Ni siquiera está el logo de Lamborghini en el centro del volante, ya que en su lugar está el relieve de la figura de un toro. 
Una edición especial del Murciélago, el Super Veloce (foto) o "SV" fue producida por la marca entre los años 2009 y 2010. Esta edición posee 661 BHP y como consecuencia, pasa a acelerar de 0 a 100 en 2.9 segundos y a llegar a los 342 km/h. Cabe aclarar que la tracción pasó a ser en las cuatro ruedas en vez de la tracción trasera en el modelo estándar. La producción limitada fue de 186 autos, a pesar de que la marca haya planeado fabricar 350. 
El precio era de U$D 400.000 hasta el 2010, año en el que se dejó de fabricar. Eso significa que ya no se pueden comprar directos de fábrica, aunque sí se venden modelos usados. El precio del SV era de U$D 700.000, y eso antes de los carísimos opcionales que se le podían agregar. 
Lo mejor del auto es, por mucho, el motor. Quizás el diseño es un poco "normal", y el interior un poco soso. Pero nada, absolutamente nada de eso importa cuando uno empieza a manejar. Al arrancar, parece que uno despega hacia al cielo, y cada vez que se cambia de velocidad, las leyes físicas lo hacen sentir en todo el cuerpo. Y ni hablar de cuando se toma una curva, situación en la que el agarre es infinito. El Murciélago es ciertamente uno de los autos más pasionales y divertidos para manejar en el mundo.
        

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