miércoles, 23 de enero de 2013

Agus sobre: Ford GT

A mediados de la década de los 60's, Ford buscó ingresar al mundo de las carreras, más exactamente a LeMans, construyendo el mejor auto que la historia haya visto. Y con el GT40, lo lograron. El Ford salió victorioso de la carrera en cuatro oportunidades seguidas, desde 1966 hasta 1969. 
Hoy, aquel gran animal de los circuitos vuelve a la vida. El GT es un homenaje a esa ingeniería tan poderosa y al mismo tiempo tan ingenua.
El Ford GT está propulsado por un V8 de 5.4 L, que produce 550 HP (558 CV). Suficiente para llevar a este superauto de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos y hasta una velocidad máxima de 340 km/h. El GT incluye un sobrealimentador que le da un plus de potencia a los 5.4 litros del motor, y todo ese poder llega a las ruedas por medio de una caja de seis velocidades montada a un diferencial autobloqueante.
El exterior del Ford GT fue obviamente inspirado por el GT40. De hecho, los diseñadores de Ford buscaron hacer al GT lo más parecido a su antepasado posible, siempre y cuando pueda ser utilizado en la calle. Muchas de las características del auto de la década de los 60 se mantienen además de la forma, como el techo que forma parte de la puerta, las enormes ruedas y el capó lleno de agujeros. El GT40, al igual que el GT, son hermosos, y fin de la discusión. La deportividad que proporciona el frente en forma de cuña, y la musculatura y poder que imprimen los paneles traseros laterales fusionan perfectamente, para verse como el típico auto de afiche.
En el interior, esa sensación de auto de carreras no cesa; en todo caso, se maximiza. Allí, se puede ver que los materiales predominantes son cuero y metal (aunque posiblemente todo eso sea plástico, considerando el país de origen). Tiene algunos aspectos muy originales que recuerdan al antiguo auto de carreras, como el tablero instrumental que se extiende hasta casi al lado del acompañante, algo que no se encuentra típicamente en los autos callejeros. También se incluyeron unos interruptores muy interesantes, que controlan, entre otras cosas, las luces. De hecho, una de aquellas llaves dice Hazard (Peligro). ¡¿Cuan genial es eso?! Sin embargo, hay algunas críticas. Las salidas de aire acondicionado son muy comunes, se pueden encontrar en cualquier auto. Yo esperaba más, como una turbina de 747 montada en el tablero. También dudo de la calidad del estéreo que viene equipado de estándar; parece que se lo compró aparte y se lo instaló con el auto ya armado. 
La aceleración del GT se puede sentir en todo el cuerpo con el primer toque al acelerador. Los brutales 550 HP, junto a la enorme capacidad de frenada de los Brembo, mueven tu cabeza de atrás hacia adelante hasta destruir tu columna cervical. El GT es un poco propenso al subviraje, pero ese problema se soluciona muy fácil: dándole al Ford un montón de potencia.
El precio base era, entre 2004 y 2006, de U$D 140.000, claramente acorde a los niveles de equipamiento y desempeño. Ford también ofrecía por U$D 13.500 más,  un sistema de sonido McIntosh, líneas de carrera, pinzas de freno pintadas y llantas de aleación forjadas. En el mercado de los superdeportivos, el GT competía con la Ferrari 360 Módena y el Lamborghini Gallardo.
Podemos decir que el Ford GT no es el mejor auto fabricado, pero a un precio más que razonable es una muy buena opción. Tiene sus puntos en contra, como la falta de baúl, el elevado consumo o el importante ancho, pero todos los superautos tienen sus defectos. Lo bueno del GT es que las cosas buenas son tan buenas, que uno se olvida de lo malo.  

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