Somos una especie en peligro de extinción, vos y yo. Nosotros, amantes de la velocidad, nosotros, devotos del poder, del desempeño, y del ruido. "Andate", nos dicen, y llevate tu fibra de carbono y tus V12 que escupen fuego con vos. Dificilmente haya un lugar para nosotros aquí hoy en día, rodeados de pasajeros, congestiones de tránsito. No en esta era de la creciente seguridad y moderación. Donde la practicalidad le gana a la adrenalina. Donde el rango de kilómetros por litro es más importante que el rango de caballos por peso. La evidencia, está en todos lados. A vos y a mi nos están apretando, dejándonos de lado y cazándonos en cada horquilla. Y aún así, hay esperanza. Hay un paraíso seguro, un lugar donde somos libres a competir las convenciones, apretar las leyes de la física y manejar nuestras poderosas, hermosas máquinas fuerte. No es un circuito en Alemania o una autopista en Montana. Ni siquiera es un lugar real. Es más que eso. Es una celebración comunal de caballos de fuerza, torque, agarre, cuero, tecnología, belleza. Es el último gran lugar de lujuria automotriz. Y está justo ahí. En tu living.
Jeremy Clarkson. Trailer del Forza Motorsport 4
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