Había una vez un auto híbrido. Toyota Prius lo bautizaron, y resultó todo un éxito en ventas. Pero no fue ni por asomo cautivante para nosotros amantes de la velocidad. Esto es porque el Prius usa la electricidad para salvar al mundo, y eso esta bien; pero el precio a pagar en la velocidad es demasiado alto. Por suerte, Porsche llegó a ponerle un fin a esta moda eco-friendly, y dispuso la electricidad al servicio de la potencia.
Este plug-in hybrid posee detrás de la espalda del conductor un V8 de 4.6 litros que por sus propios medios es capaz de producir 608 HP. A éste, se le suman dos motores eléctricos: uno en la parte trasera que sirve como el generador principal, produciendo 154 HP y traccionando las ruedas traseras en tándem con el motor de combustión interna mediante una caja de doble embrague de siete velocidades; y otro en el frente de 125 HP que opera sobre las ruedas delanteras. El resultado de esta magnífica combinación es un auto de 887 HP y 940 libra-pies de torque con tracción en las cuatro ruedas, que aún así sólo pesa 1640 kg, dando un ratio de 541 HP por tonelada (para dar una cierta perspectiva, el Bugatti Veyron original del 2005 posee 530 HP por tonelada). Todas estas cifras dan como resultado un auto que acelera de 0 a 100 km/h en 2.6 segundos gracias a la potencia instantánea de los motores eléctricos, y hasta una velocidad máxima de 351 km/h.
Otro aspecto interesante de este auto es el hecho de que el viraje es realizado por las cuatro ruedas, en lugar de sólo las dos delanteras como es usual. El sistema, en una curva de baja velocidad, dobla las ruedas traseras en la dirección opuesta a las delanteras, mejorando la agilidad en curvas cerradas. En curvas de alta velocidad, dobla las ruedas en la misma dirección en que apuntan las delanteras, mejorando la estabilidad integral del vehículo.
El 918 puede ser conducido usando varios modos de manejo. En modo carrera, todos los motores producen la máxima potencia posible. En modo híbrido, la computadora de a bordo alterna entre el V8 y los motores eléctricos de la forma más eficiente posible. En modo ecológico, el auto utiliza sólo los motores eléctricos. En este modo, la autonomía es de 29 km. Las baterías, además del sistema de enchufe situado en el pilar B detrás de la ventana del conductor, se recargan mediante un sistema de KERS (que recupera la energía que de otra forma se perdería en el frenado) y recuperando la energía que produce el auto cuando se mueve en punto muerto.
En el interior, los lujos no fueron sacrificados en pos de la reducción de peso. Al contrario, el 918 posee asientos eléctricos, dirección asistida, vidrios eléctricos, control climático, un sistema de sonido de 11 parlantes, techo descapotable estilo targa y una pantalla táctil en el centro que permite controlar el sistema de entretenimiento a bordo.
En el exterior, el estilo es extremadamente agradable a la vista. Se aprecia la inspiración en el clásico Carrera GT, así como también en los autos de carreras 917 y 906. Guardando coherencia con la línea de diseño de la firma alemana, el diseño tampoco es muy salvaje y arriesgado, aunque posee toques encantadoramente deportivos como las tomas de aire laterales o los escapes montados en la parte superior de la tapa del motor, detrás de la cabeza del conductor.
¿El precio a pagar por toda esta genialidad de la ingeniería y la tecnología? En el 2015 (recordemos que esta es una versión limitada de 918 unidades), Porsche pedía U$S 845.000 como piso, sin extras. Hoy, un usado probablemente ronde los U$S 2.000.000.
La técnica y tecnología puestas en este auto es por si sola, un hito de nuestra generación. La utilización de todos los medios que conoce el humano para mover un auto, y la disposición de ellos a la Diosa Velocidad es una muestra de lo que somos capaces como raza. Juzgar este auto es imposible, porque no hay punto en comparación a nada que conozcamos: este vehículo elevó el estándar. Aún así, posee un fatal punto en contra: sus máximos (y únicos) competidores. Dos autos que, como éste, son obras maestras de la mecánica y la ingeniería: el McLaren P1 y la Ferrari LaFerrari.
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