El predecesor del F1 debía ser todo un suceso. En el 2012 se presentó un concept que presagiaba uno de los mejores superdeportivos de la historia. Luego, fue presentada una versión con tecnología jamás vista en un auto callejero, incorporando a la combustión interna un motor eléctrico que permita obtener la máxima performance a un costo ambiental menor que lo que se veía hasta el momento. Los rumores y las expectativas eran muchas, pero nadie sabía que esperar.
El P1 incorpora en la zona medio-trasera un V8 twin-turbo derivado del MP4-12C capaz de entregar 727 HP a 7500 RPM. Este motor es complementado por uno eléctrico desarrollado por la propia McLaren, que aporta unos 177 HP por sus propios medios. Esto es, a efecto de dar una proporción, el doble de la potencia del Ford Fiesta 1.6 diésel. En conjunto, los dos motores dan un total de 904 HP y 723 libra-pies de torque, transmitido por una caja de 7 velocidades y doble embrague. Las cifras en la que esto se traduce son sorprendentes: 2.8 segundos de 0 a 100 y una velocidad máxima limitada a 351 km/h, que sin el limitador se convierte en 401 km/h. El peso total es de 1547 kg., lo que se traduce en un ratio de 593 HP por tonelada.
El P1 al igual que la LaFerrari es tracción trasera, lo que les presenta una desventaja a ambos autos en relación al Porsche 918, el cual tiene tracción en las cuatro ruedas. Sin embargo, el P1 es capaz de conservar el agarre gracias a un inteligente grupo de computadoras que ajustan la suspensión, la altura, el alerón trasero y miles de otras cosas para obtener todo el tiempo el máximo grip posible.
Junto con el KERS que recupera la energía perdida en el frenado, otra de las tecnologías derivadas de la Fórmula 1 es el DRS, o Drag Reduction System. Este permite bajar el alerón trasero para reducir el arrastre aerodinámico, lo que finalmente se refleja como una mayor velocidad punta en una recta. El peligro de este sistema es, que si no es usado responsablemente, puede cobrar un serio precio reduciendo el agarre en las curvas o la energía de frenado.
Al igual que el Porsche 918, el P1 es un plug-in hybrid que puede ser conducido tanto utilizando sólo el motor eléctrico, sólo el de gasolina o ambos a la vez. De hecho, el P1 tiene 5 modos de conducción: e-mode (manejando con el motor eléctrico tiene un rango de 10 km.), normal, sport, track, y race (en el cual el motor electrico entra en funcion cuando el V8 no está funcionando al 100%, por ejemplo durante se realizan los cambios o cuando los turbos no funcionan por bajas RPM).
El interior del P1 está focalizado en la reducción de peso. Incluye un sistema de aire acondicionado, pero no mucho más. Ni siquiera tiene una guantera, y la fibra de carbono de la cabina no esta laqueada para ahorrar 1.5 kg.
Por fuera, el P1 persiste con la filosofía de la reducción de peso y óptimo rendimiento. De hecho, está compuesto por 5 paneles de fibra de carbono, lo que significa menos uniones, menos tuercas y pegamento y una mayor rigidez estructural. En el departamento de diseño, a mi parecer, han dado en el blanco. No solo pone un tilde en las casillas de llamativo y extravagante, sino que también es profundamente hermoso. Es evidente que el 12C ha influido en el aspecto, pero este auto en particular lo lleva a otro nivel. Incluso yo he criticado al 12C que, aunque muy bonito, adolecía de la rimbombancia que caracteriza a los superdeportivos. El P1 llena y muy bien este vacío, destacando el frente con esas exageradas luces en forma del logo de McLaren, las ventilaciones del capó y parrilla, las luces traseras junto al escape y el difusor. La zona trasera, en efecto, es altamente funcional: el escape, junto al difusor y el alerón crean una zona de baja presión en la que el auto se "chupa" y se mantiene en la pista.
El precio de las 375 unidades producidas entre fines del 2013 y fines del 2015 fue de base U$S 1.350.000, aunque gran parte de los acaudalados clientes de la marca de Woking requerían algún tipo de diseño especial, llevando el precio promedio a U$S 1.6 millones.
Si el Porsche 918 utiliza la tecnología de la nueva era en un hiperdeportivo responsable, con tracción y viraje en las 4 ruedas, el McLaren P1 es el exacto contrario. Es un puro y duro corredor de circuito, mega rápido y técnico, tan increíble para manejar como perfecto en su ingeniería. Sin lugar a dudas, un auto más que especial.
El interior del P1 está focalizado en la reducción de peso. Incluye un sistema de aire acondicionado, pero no mucho más. Ni siquiera tiene una guantera, y la fibra de carbono de la cabina no esta laqueada para ahorrar 1.5 kg.
Por fuera, el P1 persiste con la filosofía de la reducción de peso y óptimo rendimiento. De hecho, está compuesto por 5 paneles de fibra de carbono, lo que significa menos uniones, menos tuercas y pegamento y una mayor rigidez estructural. En el departamento de diseño, a mi parecer, han dado en el blanco. No solo pone un tilde en las casillas de llamativo y extravagante, sino que también es profundamente hermoso. Es evidente que el 12C ha influido en el aspecto, pero este auto en particular lo lleva a otro nivel. Incluso yo he criticado al 12C que, aunque muy bonito, adolecía de la rimbombancia que caracteriza a los superdeportivos. El P1 llena y muy bien este vacío, destacando el frente con esas exageradas luces en forma del logo de McLaren, las ventilaciones del capó y parrilla, las luces traseras junto al escape y el difusor. La zona trasera, en efecto, es altamente funcional: el escape, junto al difusor y el alerón crean una zona de baja presión en la que el auto se "chupa" y se mantiene en la pista.
El precio de las 375 unidades producidas entre fines del 2013 y fines del 2015 fue de base U$S 1.350.000, aunque gran parte de los acaudalados clientes de la marca de Woking requerían algún tipo de diseño especial, llevando el precio promedio a U$S 1.6 millones.
Si el Porsche 918 utiliza la tecnología de la nueva era en un hiperdeportivo responsable, con tracción y viraje en las 4 ruedas, el McLaren P1 es el exacto contrario. Es un puro y duro corredor de circuito, mega rápido y técnico, tan increíble para manejar como perfecto en su ingeniería. Sin lugar a dudas, un auto más que especial.