Era obvio que si algo iba a salir de la unión de dos monstruos automotrices como son Mercedes Benz y McLaren, iba a ser un auto fantástico. O por lo menos uno llamativo. El SLR sin duda es llamativo, pero ¿Es tan bueno como aparenta?
A un metro del paragolpes delantero se encuentra un bestial y poderoso motor V8 de 5.4 L. Con un sobrealimentador agrandando el ya gigantesco V8, el SLR es capaz de producir unos explosivos 626 HP (634 CV). Desde 0 a 100 tarda sólo 3.7 segundos, para llegar finalmente a una velocidad máxima de 334 km/h. La caja de cambios fue mejorada por AMG, basándose en la caja automática de 5 velocidades de Mercedes. Por eso podemos decir que, a 334 km/h, el Mercedes SLR McLaren es el auto con caja automática más rápido de la historia de la humanidad.
Como auto para manejar, el SLR es... Especial. Si vemos las cifras solas, fuera de contexto, directamente podemos imaginarnos que pertenecen a un superdeportivo, como un Lamborghini o un Ferrari. Y en esos autos, la verdadera performance sólo puede ser alcanzada por un experto, alguien que sepa domar a tal bestia. Lo que sucede es que el Mercedes no es una bestia; de hecho es un auto bastante civilizado (cuando quiere). Por eso podemos decir que en el Mercedes no es difícil manejar rápido y con precisión. La enorme cantidad de agarre que tiene es de gran importancia en esta simpleza, junto con los fantásticos frenos de cerámica y el inteligente sistema de control de tracción, el cual te deja divertirte sin matarte.
El exterior, además de buscar la mejor aerodinamia que puede, está armado para atrapar miradas. La larga trompa con su terminación en punta, las llamativas branquias en el lateral, las enormes ruedas y la estilizada cola son todas características que nos hacen amar al SLR. Desde mi punto de vista, debería haber más autos que se parezcan al Mercedes. Es grande, poderoso, llamativo y hasta malvado en cierto punto. Es genial.
Por dentro, el SLR presenta las comodidades que presenta cualquier otro coupé Mercedes de lujo. De hecho, la consola central es prácticamente la misma que la del SL 55, pero sin la pantalla. Este coche está repleto de sistemas que no son necesarios sino para la comodidad del conductor: un ejemplo muy evidente es la caja automática. Por esto, surge la pregunta ¿Para que le ponen todos estos sistemas que añaden muchísimo peso a un auto hecho de fibra de carbono? La respuesta es lógica: el SLR es un superdeportivo que puede ser usado en el circuito a 200 km/h y también a 40 km/h yendo a comprar leche. Desde este punto de vista, el Mercedes McLaren es lo mejor de dos mundos.
El precio en su momento era de U$D 450.000. Eso parece (y es) muchísimo, sobre todo considerando que sus dos mayores competidores, el Aston Martin DBS y la Ferrari 599 GTB se vendían por U$D 169.000 y U$D 250.000 respectivamente.
Por lo tanto, podemos decir que el SLR McLaren no es el auto con el mejor precio del mundo, y sus rivales son altamente superiores si consideramos la relación precio-producto. Lo que el SLR tiene que la Ferrari no, es practicidad. Es la capacidad de poder ir y volver a lo de un amigo trayendo cosas en el baúl, y así y todo, más rápido que el Aston Martin.
A un metro del paragolpes delantero se encuentra un bestial y poderoso motor V8 de 5.4 L. Con un sobrealimentador agrandando el ya gigantesco V8, el SLR es capaz de producir unos explosivos 626 HP (634 CV). Desde 0 a 100 tarda sólo 3.7 segundos, para llegar finalmente a una velocidad máxima de 334 km/h. La caja de cambios fue mejorada por AMG, basándose en la caja automática de 5 velocidades de Mercedes. Por eso podemos decir que, a 334 km/h, el Mercedes SLR McLaren es el auto con caja automática más rápido de la historia de la humanidad.
Como auto para manejar, el SLR es... Especial. Si vemos las cifras solas, fuera de contexto, directamente podemos imaginarnos que pertenecen a un superdeportivo, como un Lamborghini o un Ferrari. Y en esos autos, la verdadera performance sólo puede ser alcanzada por un experto, alguien que sepa domar a tal bestia. Lo que sucede es que el Mercedes no es una bestia; de hecho es un auto bastante civilizado (cuando quiere). Por eso podemos decir que en el Mercedes no es difícil manejar rápido y con precisión. La enorme cantidad de agarre que tiene es de gran importancia en esta simpleza, junto con los fantásticos frenos de cerámica y el inteligente sistema de control de tracción, el cual te deja divertirte sin matarte.
El exterior, además de buscar la mejor aerodinamia que puede, está armado para atrapar miradas. La larga trompa con su terminación en punta, las llamativas branquias en el lateral, las enormes ruedas y la estilizada cola son todas características que nos hacen amar al SLR. Desde mi punto de vista, debería haber más autos que se parezcan al Mercedes. Es grande, poderoso, llamativo y hasta malvado en cierto punto. Es genial.
Por dentro, el SLR presenta las comodidades que presenta cualquier otro coupé Mercedes de lujo. De hecho, la consola central es prácticamente la misma que la del SL 55, pero sin la pantalla. Este coche está repleto de sistemas que no son necesarios sino para la comodidad del conductor: un ejemplo muy evidente es la caja automática. Por esto, surge la pregunta ¿Para que le ponen todos estos sistemas que añaden muchísimo peso a un auto hecho de fibra de carbono? La respuesta es lógica: el SLR es un superdeportivo que puede ser usado en el circuito a 200 km/h y también a 40 km/h yendo a comprar leche. Desde este punto de vista, el Mercedes McLaren es lo mejor de dos mundos.
El precio en su momento era de U$D 450.000. Eso parece (y es) muchísimo, sobre todo considerando que sus dos mayores competidores, el Aston Martin DBS y la Ferrari 599 GTB se vendían por U$D 169.000 y U$D 250.000 respectivamente.
Por lo tanto, podemos decir que el SLR McLaren no es el auto con el mejor precio del mundo, y sus rivales son altamente superiores si consideramos la relación precio-producto. Lo que el SLR tiene que la Ferrari no, es practicidad. Es la capacidad de poder ir y volver a lo de un amigo trayendo cosas en el baúl, y así y todo, más rápido que el Aston Martin.
Que lindo auto!, completo en todo
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