El Toyota Corolla es uno de los modelos más vendidos del mundo, con su fiabilidad, calidad de armado y motorización como puntos fuertes en un mercado que no siempre puede satisfacer a los clientes en estas áreas. Pero, ¿es la décima generación del modelo japonés una excepción a la regla?¿O sigue cumpliendo con esas características que sus antepasados supieron satisfacer genialmente?
El Toyota Corolla es vendido en Argentina en sólo una motorización, igual, para todas las versiones: cuatro cilindros en línea, 1.8 L, 134 HP (136 CV). De 0 a 100, se tarda unos 9.3 segundos para la versión manual y 10.6 para la automática (según Toyota). Para este modelo, no hay cifras en lo que respecta a la velocidad final. Las cajas de cambios son dos: automática de cuatro velocidades para los modelos XEi A/T y SE-G A/T y manual de seis para los modelos XLi, XEi, XRS y SE-G. La diferencia entre las distintas transmisiones no sólo se puede ver en la aceleración, sino que también el consumo aumenta en los modelos automáticos.
Para conducir en el ámbito urbano, el Corolla es un auto muy tranquilo, con capacidades que sólo puede tener un coche de la mayor marca de autos en el mundo. Excelente insonorización, sistemas hidráulicos para reducir las vibraciones y suspensión trasera de barra de torsión; esas son solo algunas de las características que hacen del Corolla un mejor auto para la vida cotidiana. Pero si lo que se quiere es conducir rápido, el Toyota también cuenta con suspensión MacPherson delantera, frenos ventilados adelante (apoyados por el sistema ABS), y un bajo centro de gravedad, que le permiten deslizarse en curvas a alta velocidad cuando es necesario.
Si hay que describir al interior en una palabra, esa sería "sobrio". No hay rasgos distintivos en el interior, el cual se basa en una combinación de tonalidades de gris. La única versión que quizás pueda llamar un poco más la atención en cuanto al interior es la XRS, que tiene costuras rojas en la manga de la palanca de cambios y un volante "deportivo" (deportivo entre comillas, porque no es algo que pueda molestar al más conservador de todos los hombres de negocios alemanes). En cuanto a la calidad de armado, esta es perfecta. No se puede encontrar una sola parte que suene a hueca, vibre o nada que se le parezca.
El exterior continúa lo escueto del interior, con un lateral y una cola bastante agradables. No se puede decir lo mismo de la trompa, la cual, a pesar de lucir mejor en directo que en fotos, resulta un poco rara. En mi opinión, la carrocería es, aunque mejorable, un avance frente a la versión anterior. No es en ningún momento un punto en contra al auto, no obstante, tampoco es un punto a favor.
Los precios de la gama del Corolla varían desde los $115.300 (versión XLi) hasta los $180.800 (versión SE-G A/T). La versión XRS ($162.500) fue promocionada como la opción deportiva, pero lo único que tiene es una costura en la palanca de cambios, un volante diferente y pedazos de plástico en forma de alerón y spoiler delantero. El equipamiento y motorización es prácticamente el mismo que el de la versión XEi, que se vende por $25.000 menos y es 5 Kg. más liviana. Así que si lo que se busca es un Corolla con aptitudes deportivas, no compremos lo que nos vende la publicidad, compremos el XEi.